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Estudio de casos: Psoriasis

Varios corazones suspendidos en el aire sin contacto. Psoriasis: la piel y su relación con la falta de contacto.

Estudio de casos: Psoriasis

Varios corazones suspendidos en el aire sin contacto. Psoriasis: la piel y su relación con la falta de contacto.

Os presento el caso de una mujer de 70 años que acude a consulta porque presenta  psoriasis en la piel desde los 52 años.

En primer lugar me gustaría aclarar que no se puede generalizar con los casos y los síntomas, ya que cada persona puede vivir los conflictos emocionales de una forma determinada. Además no podemos caer en la trampa de hacer relaciones causa-efecto, ya que podríamos perdernos mucha información en el proceso. Por lo que hay que analizar cada caso en particular para ver cómo el inconsciente de la persona a través de los símbolos intenta comunicarse con nuestra parte más consciente. Dicha esta aclaración, procedemos con el estudio del caso.

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Psoriasis en mujer de 70 años

Al principio le aparece en el tobillo, la espinilla y el muslo, pero luego con los años le sale en los codos, la espalda, cabeza, vientre y pechos, todo ello de una forma progresiva.

Como antes de los 52 años no presenta los síntomas, nos vamos a buscar en su escenario de vida a esa edad, para ver qué estrés puede vivir la persona y que se relaciona con su motivo de consulta.

A los 52 años, está casada desde los 40 años y vive con su marido, sus dos hijos ya se han emancipado y trabaja como terapeuta. El estrés que encontramos es que en ese momento de su vida ve morir a su mamá, le acompaña en su último suspiro. Su mamá enferma y ella viaja hasta donde vive ella para cuidarla, pero el problema es que en realidad no quería hacerlo. Según Holmes este sería el Acontecimiento Vital Estresante que vive la persona previa a la manifestación de la enfermedad.

Su mamá no ha sido nada cariñosa con ella nunca, pero se siente en la obligación de ir a cuidarla aunque no quiera. Recuerda que cuando tenía 12 años y se ponía malita la llevaban a casa de su tía, su mamá no la cuidaba, incluso en vacaciones también la llevaban a casa de esta tía porque no se ocupaban de ella. Sus hermanos eran mucho más mayores que ella.

A la cliente le cuesta aceptar que su madre no la quiso tener y que “fue un accidente”. Inconscientemente su madre no quiere a su hija, no la quiso tener pero se quedó embarazada y no pudo abortar.

Recuerda que cuando iba a ver a su madre para cuidarla y asearla, ella le huía, sentía que su madre no quería estar con ella, hasta el punto de que le tenía que pedir un beso. En el fondo la cliente estaba haciendo todo esto para recibir el cariño de su madre que nunca tuvo. Daba para recibir ese vacío de amor que estaba instaurado en su infancia. Un vacío que ha seguido hasta el presente.

La piel es un órgano relacionado con el contacto (sentir a los demás, necesidad de contacto) y la protección (es una barrera de protección con el entorno). La psoriasis es una infección de la piel, y uno de los posibles desencadenantes puede ser el estrés emocional. Desde la Bioneuroemoción® nos centramos en el análisis de los factores emocionales que pudieran estar relacionados con la aparición y el mantenimiento de la psoriasis.

La cliente ha tenido en su infancia una carencia de ese contacto emocional con su madre, y ese vacío emocional lo ha ido arrastrando a lo largo de su vida. Ha ido haciendo cosas para ser vista, amada, aceptada, y en ese proceso se ha olvidado de ella misma.

En la actualidad tiene 70 años y vive sola desde hace más de 10 años.

Tiene una amiga que dice se comporta como su madre, y que no la valora para nada. Le da rabia que con sus comportamientos ella sea lo más, mientras que a ella la desvaloriza. Me confiesa que a veces siente una necesidad de “mandarla a la mierda”, pero que no lo hace porque se quedaría sola. Aquí podemos observar que para su inconsciente su madre todavía está presente en su vida, porque las experiencias que tiene con su amiga le despiertan estos recuerdos inconscientes de su madre.

Todavía se siente culpable porque siente que tiene una deuda con su madre. Ahora tiene la oportunidad de hacer las paces con su madre y aceptar que su madre no la quiso.

Tiene la oportunidad de “estar con ella misma” y dejar de sentirse culpable en este juego de dar y recibir amor.

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Javier Badía – Acompañante en Bioneuroemoción® – Máster en PNL – Hipnosis – Coaching